Participación del Embajador de la Unión Europea en México, Sr. Gautier Mignot, en la XI Reunión Ordinaria del Foro de Presidentes y Presidentas de Poderes Legislativos de Centroamérica y la Cuenca del Caribe (FOPREL)

Fuente: Delegación de la Unión Europea en México
Imagen ilustrativa: hpgruesen/2462 (Pixabay)
Es un honor para mí dirigirme a una audiencia de tan alto nivel. Ustedes, miembros del Foro de Presidentes y Presidentas de Poderes Legislativos de Centroamérica y la Cuenca del Caribe, son los representantes de sus pueblos y el primer sentimiento que inspiran los representantes elegidos por un pueblo amigo a cualquier diplomático, a cualquier ciudadano de un país democrático es y debe ser el respeto, sobre todo cuando tiene el honor de dirigirse a ellos. Así que lo primero que les quiero expresar a todos y cada uno cada una de Ustedes es este profundo respeto, en mi nombre y en nombre de la Unión Europea.
En su cooperación internacional en el mundo y en particular en esta región tan importante para ella, donde tiene incluso territorios ultramarinos en el Caribe, la Unión Europea presta una atención particular a los parlamentos, que están en el centro de la vida institucional y democrática de sus naciones. Primero, como legisladores, y la UE apoya activamente, por ejemplo, aquí en México, la elaboración de iniciativas legislativas con asistencia técnica e intercambio de experiencias. Segundo, como actor esencial de la separación de poderes y del control del Poder Ejecutivo, que debe rendir cuentas reales ante los representantes del pueblo. Pero también como actor conectado con el terreno, con la ciudadanía, en los lugares más remotos de sus países y como constructores de consenso, de compromisos entre fuerzas políticas para definir políticas publicas duraderas y sólidas.
De la misma forma, sus parlamentos contribuyen activamente a las políticas exteriores de sus países y, en particular, la diplomacia parlamentaria debe ser impulsada porque permite una mejor comprensión entre representantes populares y complementa la diplomacia entre los gobiernos, la refuerza, la alimenta, la enriquece y a veces la cuestiona. Este papel protagónico de los parlamentos requiere no solo un reconocimiento institucional, que a veces tarda en concretarse plenamente, pero también un compromiso, una responsabilidad por parte de los parlamentarios, incluso para ganarse y preservar la confianza de los ciudadanos. En Europa, el Parlamento Europeo, electo por sufragio directo desde 1979, ha recorrido este camino a lo largo de décadas hasta convertirse en lo que es ahora: una institución que juega plenamente su papel de co-legislador, de legitimación y de control del Ejecutivo europeo y que es para cada uno de los parlamentos de sus países un socio y un interlocutor valioso.
Frente a los retos de preservación del planeta y de supervivencia que enfrenta la humanidad en este siglo, ningún pueblo, ninguna nación, por más poderosa que sea, puede por sí sola aportar soluciones eficientes. Es solo a través de la cooperación internacional y regional que juntos podemos encontrar soluciones necesariamente colectivas, mas allá de las diferencias ideológicas o culturales y de intereses divergentes entre países en muchos otros temas. Es por ello que la UE ha estado siempre buscando entendimiento y cooperación frente a esos retos como el cambio climático o la pérdida masiva de biodiversidad, incluso con Estados con los cuales tenemos profundas divergencias y a veces confrontaciones en otros temas.
El camino colectivo es la transición verde, que debemos absolutamente acelerar de forma solidaria, sin dejar a nadie atrás tanto al interior de nuestras sociedades como a nivel internacional. La UE se enorgullece de ser el primer donante a nivel global para el desarrollo sostenible en general y el cambio climático en particular, siendo consciente de que el esfuerzo mundial sigue siendo muy insuficiente. Todos necesitamos un nuevo modelo de desarrollo, porque hoy en día ya no hay países desarrollados y países en desarrollo, todos pertenecemos a la misma humanidad en búsqueda de desarrollo sostenible.
Este nuevo modelo de producir, consumir y vivir nuestra relación con el planeta, no puede ser impuesto por los poderes ejecutivos; requiere no solo de la aceptación, sino del compromiso sincero de las y los ciudadanos y de su participación para elaborarlo y allí Ustedes, sus representantes legítimos, juegan un papel absolutamente fundamental. Por lo tanto, foros de cooperación y concertación regional como el FOPREL tienen una gran importancia para consolidar esta estrategia colectiva de preservación de nuestro planeta.
Por supuesto hay otras problemáticas muy arraigadas en las cuales estamos cooperando. Me alegro que se acabe de presentar el apoyo que da el programa El PAcCTO contra el crimen organizado, no sólo para fomentar la cooperación bilateral sino también para facilitar la creación y la consolidación de redes latinoamericanas y caribeñas de lucha contra el crimen. El Plan de Desarrollo Integral de Centroamérica promovido por México es otro ejemplo. La Unión Europea ha sido el primer donante a través de la FAO para apoyar esta iniciativa tan valiosa.
Quisiera también mencionar la cooperación que estamos brindando con el enfoque regional sobre el tema de la migración y, en particular, el programa de integración laboral de migrantes que hemos implementado desde 2016 de la mano de ACNUR y que ha permitido a 16,000 migrantes, la mayoría centroamericanos, de encontrar un trabajo decente y formal, alojamiento para sus familias y educación para sus hijos en México.
Señoras y Señores, honorables legisladores:
En esta situación de múltiples peligros para el futuro de la humanidad, pensábamos que habíamos dejado atrás otro peligro, en las tinieblas de la Historia, de las horas más oscuras del siglo XX: el imperialismo brutal, las agresiones militares de Estados fuertes contra vecinos más débiles, las amenazas de guerra nuclear.
La invasión militar de Ucrania por parte de Rusia, sin ninguna justificación ni provocación, motivada por la sola voluntad de dominio, así como las amenazas nucleares que ha lanzado el Gobierno ruso a varios Estados europeos, incluso a algunos no dotados del arma nuclear, pretenden regresarnos brutalmente a esa era, la de la Guerra Fría, de las zonas de influencia. A estos nostálgicos de los imperios, la humanidad debe poner un no rotundo y es lo que ha hecho en los órganos de las Naciones Unidas, con un consenso especialmente fuerte entre latinoamericanos, caribeños y europeos y nos alegramos por ello. Pero vemos que este esfuerzo diplomático por sí solo no basta para convencer al Presidente Putin de parar su agresión y de sentarse de buena fe a la mesa de negociación. Por eso, junto con nuestros amigos y aliados, incluso algunos países latinoamericanos, los europeos hemos adoptado sanciones masivas para socavar el esfuerzo bélico de Rusia y apoyar con material de defensa, de conformidad con la Carta de Naciones Unidas, al gobierno y al pueblo de Ucrania en el ejercicio de su derecho de legítima defensa. Nuestro objetivo no es de escalar la guerra sino al contrario, de pararla, forzando a Rusia de negociar demostrándole que la vía militar no tiene ningún chance de éxito y que tiene un costo desproporcionado para Rusia.
¡Qué dolor ver que las fuerzas armadas de un país que ha dado a la humanidad una de las literaturas más humanistas del mundo están cometiendo crímenes como el bombardeo al hospital infantil de Mariupol antier! ¿Qué pensarían Dostoievski, Pouchkine, Tolstoï o Gorki, si vieran eso? Sentirían seguramente vergüenza y rabia, como miles de valientes ciudadanos rusos lo están expresando en las calles de su país y que anhelan, como nosotros, una convivencia armoniosa y respetuosa entre Rusia y el conjunto de sus vecinos europeos.
Esta guerra en Ucrania no es solo un asunto europeo, es una amenaza para toda la humanidad, porque los riesgos nucleares que conlleva, el ataque a los principios de la Carta de las Naciones Unidad que significa, las consecuencias humanas, económicas y financieras de esta guerra nos afectan a todos. Por lo tanto, hago un llamado respetuoso para que todos sensibilicen a sus gobiernos, a sus colegas legisladores, a sus ciudadanos, para reforzar nuestro rechazo colectivo a la agresión contra Ucrania y nuestro esfuerzo colectivo para pararla.
A nombre de la Unión Europea, saludo a la presidencia saliente ejercida por la Cámara de Diputados de México, extiendo a la Asamblea Legislativa de El Salvador, nuestros mejores deseos de éxito en su presidencia pro tempore 2022-2023 del FOPREL y les agradezco mucho su amable invitación. Cuenten con la Unión Europea para seguir siendo en sus países un socio confiable y atento, en favor de la paz, los derechos humanos y el desarrollo sostenible.